martes, 24 de marzo de 2009

La Perla: un espacio para no olvidar

A partir de abril, La Perla se abre al público. El ex centro de detención se convirtió en un espacio para la memoria, y de la defensa de los Derechos Humanos.




“La Perla es nuestra…” decían a coro las cientos de personas que estuvieron presentes en el acto de apertura del ex centro clandestino de detención, tortura, exterminio y desaparición de personas más importante que funcionó en Córdoba, durante la última dictadura militar.
Después del decreto firmado por el entonces Presidente Néstor Kirchner el 24 de marzo de 2007, este predio ubicado sobre la Ruta Nacional Nº 20, camino a Villa Carlos Paz, pasó a ser propiedad de la Provincia y fue cedido a las organizaciones de Derechos Humanos.
A partir de ahora, y conmemorando el Día de la Memoria, La Perla se ha convertido en un museo para la memoria y la promoción de los Derechos Humanos.
Ese lugar, que 33 años atrás, era sinónimo de muerte y horror, hoy es un espacio para conocer ese pasado oscuro, reflexionar sobre el presente y defender la vida.

El proyecto de apertura al público estuvo organizado por la Comisión Provincial de la Memoria. En el acto, estuvieron presentes sobrevivientes de La Perla, madres y abuelas de Plaza de Mayo y familiares de desaparecidos. También, participaron del acto el Vicegobernador, Héctor "Pichi" Campana, entre otras autoridades provinciales, la Rectora de la Universidad de Córdoba, Carolina Scotto y la Fiscal Graciela López de Filoñuk.
Emiliano Fessia, de la Agrupación HIJOS y coordinador del proyecto, Raúl Sanchez, Defensor de los Derechos Humanos de la Provincia y Emi D´Ambra, familiar de detenidos por causas políticas, fueron los encargados de los discursos. Todos reiteraron su pedido de justicia y expresaron la importancia de este espacio de la memoria para la sociedad.


Testimonio del horror.
Esas paredes tienen dolor, esos pasillos guardan el silencio de miles de personas desaparecidas. Por eso, todo se mantiene intacto. Solo algunas salas han sido modificadas.
La historia que alguna vez nos contaron, hoy la podemos sentir en cada uno de los rincones de La Perla.
Es natural conmoverse al pensar que miles de cordobeses, pasaron por allí y nunca más volvieron. Eran personas que luchaban por un mundo más justo, pero sus ideales les costaron la vida.
Aún hoy, sus familiares los siguen buscando y La Perla es como un lugar de reencuentro, un espacio de duelo, donde poder dejar una flor o sentir alivio ante el profundo dolor de la ausencia.
“Por fin papá supe cuáles fueron tus últimos pasos”, “Es hermoso soñarlos caminando por los pasillos”, “Como siempre cabezón, libres o muertos”, son algunos de los mensajes que dejan los familiares en las fotos de las personas que “desaparecieron”.

Hace 33 años, La Perla les arrancó a sus seres queridos y hoy, ese mismo lugar, los vuelve a reencontrar.