Sin duda que este título parafrasea la famosa película de Benigni. Pero aquí, con esta nota, no se quiere esconder la realidad, muchas veces más que terrible que nos rodea, sino poner el acento sobre aquellos hechos que nos redimen de las miserias que aparecen como improntas de la condición humana.Es así que el Rotary Club San Justo, viene sumado sorpresa tras sorpresa con sus acciones que tienen la finalidad a brindar apoyo y hasta asistencia a la comunidad. Así es que, y enunciamos solamente dos de sus innumerables gestos, que han sido noticias en la última semana: estos son la entrega de un mamógrafo y aparato de rayos al Hospital Municipal, y una verdadera y sofisticada impresora para el Taller Protegido “Aprovecha tu Día” de A.P.A.D.I.M. Las Varillas.
Pero con todo lo meritorio que esto tiene, se debe destacar, por otro lado, la acción conjunta que este Rotary Club San Justo sabe realizar con las instituciones beneficiadas durante los largos y silenciosos meses de gestión compartida, llevando a cabo delicados y exigentes trámites. Y esto es magnífico, porque de ese modo se hace posible que todas las personas comprometidas puedan ir creciendo, aún cuando algunos de sus miembros puedan estar ya cargados de años.
Por esos se imponen tres deberes: uno es felicitar al Rotary Club San Justo y al Rotary Club de Helsinsky (Finlandia) y otro agradecerle, y esto no solo en nombre del Hospital y de A.P.A.D.I.M., sino de Las Varillas en pleno, ya que los beneficios de algún modo alcanzarán a todos.
