
Se realizó una reunión por la obra de ampliación de la red del gas natural. En la misma estuvieron presentes el Ingeniero Cisneros, representante de la empresa ganadora de la licitación que se realizó durante la gestión de Fernando Coiset, el Intendente Juan Pablo Rujinsky, Marcelo Cersofios, Asesor Letrado Municipal, Jorge Baldi, Secretario de Obras Públicas y aproximadamente 100 vecinos.
Hay que destacar que el encuentro que se efectuó en el Teatro Colón, no surgió de una propuesta del Intendente, sino que fueron los vecinos, cansados de dimes y diretes, que se pusieron a la cabeza de la iniciativa. Llama la atención que Rujinsky quiso convencer a todos de su profunda preocupación en el problema. Tanto desvelo, que a la reunión tuvieron que solicitársela los vecinos al Intendente.
La reunión mostró a un Rujinsky más preocupado en culpabilizar a la anterior gestión, por la firma del contrato con la empresa adjudicataria, y en que no lo responsabilicen a él por la no realización de la obra, que en aportar posibles soluciones. Juan Pablo Rujinsky no pierde oportunidad para hacer política.
Pidió que no le pongan la mochila de la responsabilidad de la obra. Aunque ya la tiene puesta, solamente, por el cargo que ostenta.
Doble firma
La obra de ampliación del gas natural, en su fase administrativa, es de firma conjunta entre la empresa y la Municipalidad. Lo que no deja dudas de ello, es que la documentación que se tiene que presentarse ante ECOGAS, tiene que llevar, inexorablemente, las firmas de ambas. Por tal motivo el Intendente no puede, o no debería desconocer el estado en que administrativamente está la obra. Por supuesto, si el Intendente estuviera debidamente ocupado en la preocupación de los vecinos.
En una sola cosa pudieron ponerse de acuerdo Cisneros, representante de la firma adjudicataria de la obra, con Rujinsky y fue: en los diversos trámites que se realizan, se pierde mucho tiempo por burocracia.
El Intendente emplea como excusa, permanentemente, el papeleo que tiene que padecer en sus distintas gestiones. Pero no es tan contemplativo con la empresa ganadora de la licitación, cuando la misma, manifiesta el mismo pretexto.
Se le prendió la lamparita
Al Intendente se le ocurrió en un momento de la reunión, convocar a algunos de los frentistas a leer el contrato en la Municipalidad, porque dijo: “No vaya a ser que tenga alguna sorpresa”. En más de un año de gestión, parece que no lo conoce en profundidad. Y eso que estaba preocupado. Imagínese, vecino, si no lo estuviese.
El abogado Rébola, representante de los vecinos, dijo que los plazos de realización de la obra, según la Ordenanza que la autoriza, fue fijada en 120 días. Es decir, estaría vencido el plazo. Cisneros le respondió que estaba equivocado. Porque esa Ordenanza no lo emplaza a él directamente. Y dijo que solamente está obligado a respetar el contrato que firmó con la Municipalidad. El que diría, según Cisneros, que el plazo de 120 días comienza a partir de que ECOGAS le otorga el permiso de comienzo de obra. El Asesor Letrado Municipal dio la razón a Cisneros.
Rébola dijo que desconocía los términos del contrato firmado entre la Municipalidad y la empresa, porque no había podido tener acceso al mismo. ¿Quién tendría que haber facilitado una copia de ese contrato a los vecinos?: ¿Cisneros o la Municipalidad?
Tan preocupado está, estuvo y estará el Intendente, según sus palabras, que tampoco se lo ocurrió, en más de un año de gobierno, hacer llegar copia a los vecinos que desesperan esperando la obra.
Rujinsky, oportuno político, cuestionó al gobierno anterior diciendo que, al no tener el contrato, una cláusula de emplazamiento a la adjudicataria, es algo que no ve bien. Opinión compartida por el abogado Cersofios.
Cisneros le respondió que si el contrato hubiese tenido esa cláusula, no lo hubiera firmado, porque no se puede comprometer en un plazo que no depende de él, sino de la burocracia de ECOGAS. Aseguró que solo puede comprometerse en plazo, cuando tenga la autorización de ECOGAS.
Rujinsky admitió públicamente que no había tratado de manera cordial a la empresa que tiene que realizar la obra, y reconoció que con eso no aportó nada para solucionar el problema. ¿Así tratará también a las empresas que firman convenios con SU gestión?
También solicitaron los vecinos conocer si el material para la obra ya fue adquirido. Si ya fue comprado, que no se encuentre vencido para su colocación. Se comprometió el Ingeniero Cisneros en exhibir los remitos de compra. Aunque aclaró que solo una parte fue comprado.
El hombre de hielo
Cuando Rujinsky intentaba tranquilizar a los vecinos, diciendo que si la empresa no cumple, será la Municipalidad la que garantizará la realización de la obra, Cisneros susurró al micrófono: “Ahora se hace el Salvador”.
Varios vecinos increparon al Ingeniero Cisneros, por las notificaciones y llamados telefónicos que realizaban desde la empresa, cuando los frentistas se atrasaban con el pago. A lo que Cisneros contestó, sin inmutarse, que así estaba establecido en el contrato.
Le admitió a un frentista de haber pecado, por no ir informando de las trabas que le fueron surgiendo, en la presentación de la documentación. También disparó que Jorge Baldi, Secretario de Obras Públicas de la Municipalidad, y el Intendente, evidentemente tienen una falta de comunicación absoluta. Dijo que Baldi conocía de su peregrinar con el expediente, para obtener la bendita autorización de COMIENZO DE OBRA. Que sería, según Cisneros, el final de la espera.
¿Ocupado?
No alcanza con la preocupación del Intendente, que no solo tiene que preocuparse sino también ocuparse. Hubiese sido de gran ayuda al esclarecimiento, que Rujinsky se hubiera presentado en ECOGAS, solicitando la autorización de comienzo de obra, o en su defecto, tomar conocimiento de los motivos por los cuales no llega la autorización, y así aportarle claridad real al tema.
Cuando Rujinsky dice que realizará la obra, es lo que corresponde, por ser la Municipalidad la responsable primera, en el caso de que no se haga.
Es justificado el enojo de los vecinos debido a que luego de dos años, se le dan las primeras explicaciones públicas. La paciencia a los vecinos, se les ha terminado. La obra, esperan todos que esté por comenzar.