El Intendente Coiset, hace tiempo decidió idear a su delfín para cederle el Gobierno Municipal, para cuando concluyera su mandato. Ante la falta de opciones en su sector, eligió casi guiado por el azar y por amistad, a Daniel Chiocarello. Basso no era su alternativa. La elección de Chiocarello por parte de Coiset como su “sucesor natural”, fue para el Legislador Provincial la verdadera piedra en el zapato, en su idea de regresar a la Municipalidad. Omar Antonio Basso y Fernando Juan Coiset supieron de idilios y de triunfos vividos con suma intensidad. A lo largo de los últimos años, se aliaron y se divorciaron con la reiteración de un matrimonio de la farándula.
La idea original 2007 de Coiset, perduraba: había que esperar. Hoy, que el tiempo de presentación de listas urge, piensa que a este ritmo la única salvación posible para su sector es esperar un milagro. Consideran milagro acordar una lista de unidad con Basso. Aunque deban cederle al actual Legislador el cargo de Intendente. Plan “B”, de Basso.
Antes hizo un último intento por sostener el Plan “A”. Convocó de urgencia a su encuestadora para que le llevara la encuesta requerida. El consultor intentó explicarle que todavía no tenía todos los datos procesados. La respuesta fue terminante: "No importa, traé lo que tengas". Las cifras eran categóricas. En una eventual elección de tres candidatos, igualmente Basso ganaría. El encuestómetro, y el racional de la obviedad que asesora a Coiset le dijo, como si hiciese falta: “No nos alcanza para ganar solos”. Luego de la repetida, entusiasmada, y triste lectura de las últimas encuestas, el sector de Coiset considera que ya no puede torcer los resultados. No logran ocultar sus nervios; es que no saben qué será de ellos. Ninguno logra dormir más de cuatro horas diarias. Las motivaciones del insomnio son más o menos las mismas. Los une el mismo nervio a los coisetistas; saben que no podrán conservar el poder Municipal. Ése mismo que se los entregó, Basso, parece que viene a buscarlo.
Ahora, el sector del actual Intendente intentará forzar una sociedad que se sostiene más en sus necesidades y contratiempos que en propósitos comunes.
Omar Basso sabe que cuando se apura, casi siempre se equivoca. Coiset fue en sus años de gobierno un buen político para decidir a largo plazo, pero esta vez el resultado no es el soñado. Falló en manejar la urgencia desfavorable de su reemplazante, algo que a la distancia siempre se observó. La Novela del acuerdo Justicialista está en marcha.
Continuará…
